Mascaró


Alea jacta est

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martes, junio 19, 2007

Las religiones


Hoy voy a hablar de un tema que me tiene podrido. Tengo discusiones frecuentes a través de hotmail con mi hija brasileña por el tema religioso.
Crab es, como la juez Argibay, un agnóstico militante: no le interesa la posibilidad de conocer a dios, no le afecta ni le interesa su existencia. Y como no cree en la existencia de otra vida después de la muerte, cree que todo termina acá, que tenemos que tratar de joder a los demás lo menos posible, que si podemos hacer algo bueno por ellos, debemos hacerlo, que debemos educar a nuestros hijos de modo que sirvan de algún modo a la humanidad, y que no sean un estorbo, y en general, que debemos tratar de ser lo más decentes posibles.
Pero a mi hija, complicada en uno de esos cultitos que existen en Brasil, donde debe haber unas cien confesiones distintas, eso no le basta: uno tiene que creer en dios. En su dios, claro.
Ustedes dirán conmigo: peor hubiera sido que saliera drogona. Pero no es tan fácil, no vayan a creer. De la droga se sale, pero de la religión... Lo lindo es que de ocho hijos, es la única renegada que tengo.
Entonces, cada vez que me sale algo bien, me dice: "gracias a dios, a quien siempre le rogamos por vos". Lo mismo cuando le va bien a ella. Yo pregunto: ¿y aquellos que les va para el carajo y no se cansan de rogar también a sus dioses?
Me acuerdo de un cuento, que es bueno. Van dos paisanos caminando por un desfiladero. Uno tropieza y resbala, pero alcanza a sujetarse de la rama de un árbol. Su compañero se asoma y le grita:
-Espera, Jesús, que voy a traer una soga.
Le alcanza la soga y lo sube. Cuando Jesús está arriba, le dice:
-Vaya, Jesús, gracias a dios, ¡qué suerte has tenido!
Y Jesús contesta:
-¿Gracias a dios? ¡Gracias a palo, que la voluntad de dios bien clara estaba!
Pero para mi hija dios rige nuestras vidas, controla e interviene en cada uno de nuestros actos, que pierden así toda relevancia, ya que cualquier cosa que hagamos dependerá siempre de la voluntad de dios.
Claro, es fácil pensar así, porque a pesar de contar con el auspicio de dios, y por si acaso, se rompe toda, labura como loca y gana guita a paladas (así es lindo creer en dios, qué joder).
Cada vez que la visito (y ya voy preparando mi ánimo, porque estaré en Río largo tiempo) insiste e insiste para que vaya a su templo, que es más aburrido que chupar un clavo, ya que además se deben soportar ceremonias interminablemente largas. Que eso sí, son más animadas que las católicas, porque cuentan con coros que cantan canciones que aunque religiosas, siempre tienen ese toque que distingue a la música brasileña, y además el pastor matiza sus discursos con chistes, que la concurrencia festeja educada, ya que no son muy divertidos. Pero igual rehuso ir.
El tema es que no me deja no creer. Y a veces me amenaza con el infierno y todo eso, a lo que contesto que si existe la voy a pasar bárbaro, porque todos mis amigos estarán seguramente allí.
El tema, en el fondo, es el fanatismo. ¿Porqué no dejar que cada uno crea lo que quiere? Personalmente pienso que si una persona en lo más recóndito de sí, quiere creer en la existencia de un ser todopoderoso, por mí está bien, no me molesta. En tanto no haga proselitismo.
El asunto es cuando intervienen las organizaciones, en general instrumentos de sometimiento, y cuantos más miembros posean, más poderosas son. Todas las religiones, con el tema de que el premio está en el otro mundo, nos enseñan que debemos sufrir nuestra desgraciada condición porque constituye una prueba y que en el otro mundo tendremos la recompensa.
¡De acá!, yo la quiero aquí y ahora. Y veo que aunque me esfuerzo, aunque laburo como loco, no tengo lo que otros tienen con menos esfuerzo, pero ayudándose con otros arbitrios.
Y fíjense que no es sólo el catolicismo y sus derivados protestantes. También los musulmanes prometen creo que son 25 vírgenes esperando a los mártires que mueren defendiendo su fe (o atacando la de sus enemigos). En general, las religiones son un tanto ingenuas, y no resisten un severo análisis filosófico. Por ejemplo, todo el antiguo testamento está lleno de metáforas, que el literalista evangelista se toma en serio, al punto de llegar ¡a negar la teoría evolucionista de Darwin, y considerarlo una reencarnación del demonio¡
En cuanto a las teorías católicas de la divina concepción a través del espíritu santo, y de la ascensión de Jesús y la virgen, bueno... para no hablar del infierno... o del cielo, con la eterna contemplación de dios...
La única religión más o menos decente que Crab ha encontrado a través de sus estudios y lectura es el budismo, que enseña la supresión de todo deseo como método para alcanzar la perfección. No está del todo mal, pero ojo: hay en la supresión de todo deseo también una voluntad de sometimiento. Lo que viene bien para la India, donde hay tantos desesperados que viven una vida miserable, y a quienes enseñar que hay que desprenderse de toda violencia conviene a los intereses de gobernantes y terratenientes.
En la Argentina existe consenso respecto a que es un país de mayoría católica.
Creo que sería interesante que alguna vez se hiciera un censo para saber cuánto de cierto hay en esto y terminar de una vez con ese mito. Me atrevo a adelantar el resultado, dado que siempre que se ha esbozado alguna intención en ese sentido, las autoridades religiosas se opusieron.
Si hiciera una especie de estadística de todas las personas que conocí en mi vida con quienes toqué alguna vez el tema, resultarían estas cifras aproximadas: 15% de fervientes feligreses de alguna religión; 70% que reconoce creer en dios, pero no en los curas; finalmente, el 15% de agnósticos, a quienes el tema no les preocupa ni interesa.
Termino con una anécdota de Lavoissier: cuando le presenta a Napoleón su sistema que fundó la química moderna. Napoleón, después de haberlo estudiado (o hecho estudiar por sus asesores), lo llama y le dice:
-Su sistema es brillante, pero ¿dónde está dios?..
-Hemos prescindido de esa hipótesis, señor Emperador.

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9 Comentarios:

A la/s 1:19 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Crab, creí en Dios fervientemente hasta que murió mi padre, solo tenía 9 años. Le pedí tanto que no muriera y se burló de mi.
Dejé de creer hasta que comencé a creer que todo fue por culpa mia, porque era mala, porque no rezaba ni comulgaba lo suficiente y me dormía en misa y además discutía mentalmente con el cura cada cosa que decía. Ahora creo porque tengo miedo a estar enferma de nuevo. Afuera las religiones, solo como folclore las acepto, Dios puede o no existir pero pido a ESE que me evite la enfermedad de nuevo. Que no hay nada del otro lado, coincido y que la injusticia de este mundo es tanta que no es posible creer en un Dios bueno y protector. Y que además en cada ocasión de la vida cambian los dioses uno es el Dios de alguien y otros son nuestros dioses. De allí lo de los pies de barro, no?

 
A la/s 2:22 p. m., Blogger Mascaró dijo...

Tu camino es el que más o menos todos hemos recorrido, con iguales decepciones.
Espero llegar a ser tu dios y poder protegerte contra todo. Te deseo -bien sabés- siempre lo mejor.

 
A la/s 11:29 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Como dijo alguien: "Yo creo en Dios, total, si no existe, no habré perdido nada, pero, si resultase que sí existe, bueno, tendré un amigo allá arriba"

 
A la/s 5:13 a. m., Blogger CANCEROLAZO 2021 dijo...

Qué pocos se apiadan de los que carecemos del don de la fe, que es un eufemismo para no admitir con inmodestia que no somos del todo imbéciles.

Igual, hay que tener fe en que los lectores no necesitan que les dores la píldora como para comenzar un textículo diciendo "hoy voy a hablar de un tema que me tiene los huevos al plato"

 
A la/s 9:51 a. m., Blogger Mascaró dijo...

Wal: yo tenía una tía divina, nada cultivada pero muy inteligente. Esa inteligencia natural campesina. Cuando yo le reprochaba que anduviera en iglesias y la poca eficacia de las oraciones, me decía: "Y, veneno no es..."
Agradezco tu visita y comentario.
Cáncer, yo sé que éstas te gustan...

 
A la/s 10:54 p. m., Blogger Sancho Panza dijo...

buenas...
al leer tan interesante post no puedo menos que agregar, para menoscabo de los creyentes en un dios retributivo y personal: "por qué demonios, un dios todopoderoso, fáquin misericordioso y súper guachi guau de omnisciente, vino a presentarnos una prueba, es decir, la vida, en la que se determinaría quiénes serán aptos para entrar al fáquin cielo? es que acaso este burocrático y mezquino dios no tiene lugar para todos, que tiene que andar seleccionando de manera tan ineficiente y dolorosa?"
yo le digo faquiu a esa sospechosa teoría.
por supuesto, los que quieren creer en ella, que crean, sí señor.
ahí se ven!

 
A la/s 11:37 p. m., Blogger cronista sentimental dijo...

¿8 hijos? estoy impresionada.

 
A la/s 10:05 a. m., Blogger Mascaró dijo...

Señor de las manzanas:
Son tantas las cosas de ese tipo que podríamos encontrar...
Un amigo judío, pero no creyente, me dijo un día: "yo creería en un dios que viniera a la tierra y dijera: yo soy el dios verdadero, y desde mañana, se terminaron la pobresa, las guerras, las enfermedades, los asesinatos, los robos, y no me importaría si fuera un dios cristiana, judío o mahometano."
Que gracia, ¿acaso existe un dios así?

 
A la/s 10:06 a. m., Blogger Mascaró dijo...

pobreza con z, of course (error de tipeo)

 

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