Completando un poco la idea de los premios Anti Nobel, publicados en post anterior, existen también los Premios Darwin (The Darwin Awards), un sitio destinado a quienes, según su proemio, "Honran a quienes mejoran la especie, quitándose accidentalmente de ella". O sea, a quienes mueren de una manera tan estúpida, que mejor que se hayan muerto sin propagarse.
Daré un par de ejemplos:
- Marzo de 1978, Francia. El cantante de rock Claude Francois, cuya carrera musical podía haberse comparado con la de Elvis Presley, volvió a su casa luego de una jornada agotadora, y lo primero que hizo fue tomar un baño reparador. Mientras estaba bajo la lluvia, notó una lámpara que estaba torcida y se dispuso a enderezarla, y murió electrocutado. ¡Adiós, Charlie!
- Augusto tomó en Davao un avión de la Philippine Air hacia Manila. Ya en vuelo, sacó a relucir un revolver y una granada y anunció que estaba secuestrando el avión. Pidió volver a Davao, pero el piloto lo convenció de que el combustible no alcanzaría, así que siguieron viaje hacia Manila. Augusto, en tanto, robó a los pasajeros unos u$s 25.000.- y ordenó al piloto bajar a unos 2.000 metros. Cuando un lunático con un revolver y una granada en la mano le ordena descender, usted desciende. En tanto, Augustó aseguró un paracaídas doméstico en su espalda, y forzó al ayudante del piloto a abrir la puerta y despresurizar el avión. Intentó saltar, pero el viento era tan fuerte que no pudo salir. Finalmente, uno de los auxiliares lo empujó fuera, justo cuando sacaba el percutor de la granada. Alcanzó a tirar el percutor dentro de la cabina, y cayó a tierra llevando en la mano el cuerpo de la granada.
El impacto de Augusto al golpear la tierra tuvo poco efecto. Todo lo que quedó de Agusto fueron sus dos manos.
Etiquetas: El mundo es ancho y ajeno.
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