Yo decía...
No me gustan los jactanciosos, excepto cuando soy quien se jacta.
Lamento por todos los que se hicieron ilusiones, pero está visto que no tenemos un equipo para ganar la Davis, sino un par de individualidades. Cuando una falla, nos vamos a la mierda.
Es cierto, se rompieron todo. Pero no fue suficiente.
Otra vez... ¿será?
Etiquetas: La Davis es ancha y ajena.
3 Comentarios:
Crab, nobleza obliga. Tenía razón. Pero el cordobés fue el mejor. Y las entradas regaladas por el gob de la Pcia de Buenos Aires son las de los incivilizados que insultaban en las tribunas. Debió haberse hecho en el Orfeo en Cba. Somos más educados. El nivel del público fue deplorable. Me da verguenza ajena. Es como cuando salís de Argentina y te recuerdan que roban las toallas en los hoteles, insultan en todos lados y arrojan su basura al piso de trenes, buses y en la calle.Que triste ser argentino, entre otras cosas por el mal concepto que tienen de nosotros. Nosotros?
Crab, aun cuando respeto su nivel intelectual, le refriego que no tiene de qué jactarse, puesto que su vaticinio hacía pie en la debacle de Nalbandian que, lamentablemente, jugó en un nivel superlativo y estaba para ganarle a Nadal, Santana y al rey Juan Carlos juntos. Yo buscaría (si fuese de hacerlo) responsabilidades más por el lado de los pecho fríos que no saben lo que es sudar una camiseta, incluída esa parte del público que fue al estadio a agitar sus pulseras. En el Orfeo estaríamos saboreando la mixta con huevo. Que al menos les sirva de lección.
Wal
Wal: Tenés razón en cuanto a Nalbandian. También sobre la sede. También hubiera querido que fuera en Córdoba, lo merecía más, pero en este país manda (por ahora) la política. Aunque creo, y perdoname, que igual se hubiese perdido: todavía no tenemos un equipo, solo individualidades, y no siempre regulares.
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