Mascaró


Alea jacta est

Crab no se responsabiliza por las opiniones vertidas en este blog, que a veces ni siquiera comparte.

No toda la información aquí publicada ha sido debidamente chequeada. Ley 23444.

La idea de este blog es crear un espacio amable y compartir recuerdos, puntos de vista o apreciaciones con gente amiga o en proceso de serlo. Por tal motivo queda prohibido el acceso de energúmenos, cuyos comments serán eliminados. Crab atenderá y contestará por línea directa (ver Perfil) a todos los que quieran insultarlo, amenazarlo, amedrentarlo, despreciarlo o menoscabarlo. Quienes busquen sus efímeros 15´ de fama aquí, no los encontrarán.

Los contenidos de esta página pueden afectar creencias tradicionalmente aceptadas respecto de cualquier institución, grupo o individuos, tales como el estado, el gobierno, la iglesia, el sindicalismo, las fuerzas armadas, la familia, el capitalismo, el imperialismo, las madres de Plaza de Mayo, la Asociación Argentina de Fútbol, el Ejército de Salvación, la Organización Scoutista Argentina, los homosexuales, los negros, los judíos y los chinos. El acceso a la misma por parte de menores de edad queda librado por lo tanto a la responsabilidad y vigilancia de los señores padres.

lunes, noviembre 19, 2007

La trompeta en el jazz II


Así, en la década de los '40, va surgiendo una legión de trompetistas que no pueden escapar a la influencia de Armstrong que, por su parte, se comienza a comercializar, a tocar con grandes conjuntos con cuerdas, y a dejar de lado las posibilidades que demostradamente tenía como cantante, para dedicarse a canciones populares.
Mencionamos, entre otros, a Wild Bill Davison, Muggsy Spanier, Red Nichols.
Pero hacia finales de la década, comienza a surgir un trompetista que escapa a esa influencia. Nos referimos a Bobby Hackett, con un fraseo similar al de Beiderbecke, pero con un sonido más lleno y puro, y pleno de ideas que desarrolla con seguridad, sin vacilaciones, como quien tiene construido su dicurso desde el comienzo hasta el fin. Lamentablemente, a pesar de ser un gran trompetista, Hackett no alcanzó la difusión que tuvieron otros de seguramente muchos menores méritos.
Quizás haya sido también porque por la época comenzaban a sonar en el Milton los primeros ensayos de improvisaciones sobre acordes, en lugar de sobre la melodía, como se venía haciendo en el jazz hasta entonces. Con la preponderante influencia de Charlie Parker, Dizzy Gillespie y Thelonius Monk, había nacido el bop.
Gillespie era un Armstrong potenciado, actualizado, puesto al día. A partir de ahí ya nadie podía tocar como el viejo Armstrong, que quizás por eso se dedica a cantar La vie en rose . Nuevamente surgen los discípulos que se ponen a la sombra del maestro, con sus malabares en procura de la nota inalcanzable (pero que casi siempre alcanzaba). Y estoy nombrando nada menos que a Maynard Ferguson, Fats Navarro, Roy Eldridge, Charlie Shavers, entre muchos otros.
(Continúa).

Etiquetas:

1 Comentarios:

A la/s 6:58 p. m., Anonymous Anónimo dijo...

Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.

 

Publicar un comentario

Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]

<< Página Principal

Adoos