El TEMA DE LA SEMANA: Clifford Brown y Max Roach en Smoke gets in your eyes (Play it again, Sam)
LA TROMPETA EN EL JAZZ I
La trompeta ocupa sin duda un lugar preponderante en el jazz, desde sus comienzos.
Primero fue King Oliver, después Louis Armstrong. La trompeta enseñoreándose jubilosa hasta por arriba del sol del pentagrama, y luego descendiendo con igual majestad y señorío, con tonalidad brillante y sostenida. Después de ellos, sólo quedaba imitarlos o, a lo sumo, intentar emularlos.
Sin embargo, poco después de los '30, surge en la orquesta de Paul Whiteman un trompetista blanco, Bix Beiderbecke que, ante la imposibilidad de seguir la línea de enjundia y esplendor de Armstrong, crea una nueva vía para la trompeta: la exploración de una nueva sonoridad mate, con un fraseo sostenido y pleno de ideas e interioridad, en lugar de la ríspidez avasalladora del de Armstrong.
Lamentablemente, la orquesta de Whiteman era una gran orquesta, suntuosa, con músicos vestidos de frac, que amenizaba con sus melodías los salones bailables de la alta sociedad. Por lo tanto, los solos de Beiderbecke, con todo brillantes y para la historia del jazz, no tuvieron demasiada cabida. Agreguemos, además, que Beiderbecke desapareció joven en un accidente automovilístico, con lo que quedó truncada la nueva vía abierta. Quedaron para la historia, no obstante, algunos pasajes memorables registrados en unas pocas grabaciones.
(Continúa)
Etiquetas: Un cacho de cultura.
3 Comentarios:
Lloré.
Gracias. Tu solo comentario convence de que vale la pena el tiempo que uno dedica a esto.
Addenda: Te invito a leer mi post del miércoles, "La trompeta en el jazz III", donde me extiendo un poco sobre Clifford Brown, que tanto te emocionó.
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