Los jesuitas mataron a JFK, a la princesa Diana, y sigue la lista.

Seguimos con los delirios de Eric Phelps y su elaboración de una teoría de la conspiración, en este caso contra los jesuitas. Sin embargo, hago notar que una búsqueda de su nombre en Google dio como lugar la aparición de 196.000 entradas, quiere decir que es un gil a quien un montón de giles le dan mayor importancia de la que al parecer (leyendo lo que escribe) en realidad merece.

Bien, hemos arribado casi a nuestros dìas. Pero antes, detengámonos un minuto para hablar del asesinato de JFK. Voy a citar algunos nombres, y en seguida hablaremos del rol de los jesuitas en ese asesinato y del porqué de la cuestión.
John Mc Cone, director de la CIA, el Cardenal Spellman, Arzobispo de New York, Henry Luce, Carthe DeLouche y E. Howard Hunt. ¿Por qué esos nombres son tan importantes? ¿Cómo se relacionan? ¿Y porqué señalar con el dedo a alguien como el Arzobispo de New Cork, el Cardenal Spellman, entre todas esas personas, y endosar la responsabilidad del asesinato directamente al Vaticano? ¿Cómo justificar todo eso?
Sabemos que buscamos los rastros de una conspiración, entonces respondamos a la pregunta: ¿a quién beneficia el crimen? ¿Quién tenía interés en la muerte de Kennedy? Y bien, sabemos por los trabajos de Fletcher Prouty, que JFK había previsto poner fin a la guerra de Vioetnam en 1965. Sabemos igualmente que JFK tenía intención de terminar con el reinado de la CIA, haciendo transferir todas sus operaciones militares secretas a los Jefes de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas. Por tanto, la CIA y todos aquellos que querían proseguir con la guerra de Vietnam tenían interés en la desaparición de JFK.
Hagámonos la siguiente pregunta: ¿Quiénes tenían interés en la guerra de Vitnam? Sabemos que diversas facciones estaban a favor, pero era notorio que el Cardenal Spellman estaba también a favor de la guerra. El hombre del Cardenal en Vietnam no era otro que Diem. Diem era un catòlico romano fascista, que perseguía a los budistas. Su hermano dirigía la Policía Secreta. Diem era entonces el hombre del Cardenal en Vietnam. Diem fue asesinado porque Kennedy había llamado de Saigón al representante de la CIA.
Además, durante la guerra de Vietnam, al Cardenal Spellman le agradaba visitar los diferentes frentes y llamar a los soldados los “soldados de Cristo” según lo expresa Avro Maniatan, en su obra Vietman: ¿para qué fuimos?. El Cardenal Spellman quería entonces la guerra de Vietnam, y si el Cardenal la quería, es que el Papa la quería, y si el Papa la quería, es que el Papa Negro, el general Jesuita, la quería.
Hablamos de Jean-Baptiste Janssens, quien murió en 1964. Desde 1964 hasta alrededor de 1983 lo sucede Pedro Arrupe.
Jean-Baptiste Janssens tenía un plan, que consistía en eliminar el mayor número posible de budistas, ya que estos eran desde siempre enemigos de los jesuitas. Cuando los jesuitas se apoderaron de Japón en 1873, ¿qué hicieron? Declararon fuera de la ley a la religión budista y obraron de modo que el gobierno de Japón no la admitiera más. El budismo cesa de ser la religión del estado. Desde entonces jesuitas y budistas son enemigos.
Además, la guerra de Vietnam genera una deuda flotante de 220 millones de dólares, contraída en nombre del pueblo norteamericano por el Congreso, que pide prestada esa suma al Banco de la Reserva Federal de los jesuitas.
Así, los jesuitas se llenan los bolsillos. Mataron grandes cantidades de herejes y preservaron a la CIA.
Recuerden, en efecto: en su origen, la CIA fue fundada por Reinhard Gehlen, un viejo general nazi, el más siniestro de los generales de Hitler. Fue la ocasión de introducir en el Oeste todo el aparato de información nazi. Asimismo, fue introducido en el Este por vía de la KGB. Se los llamaba “combatientes de la libertad”; en verdad, esos SS y esos nazis trabajaban para la KGB. Era suficiente para el General Jesuita controlar la KGB para controlar la ICA.
Kennedy había descubierto la trama. Además, reprobaba el sistema de cupos de la escuela pública, sistema del cual George Bush es un ardiente defensor. El Vaticano quiere que los contribuyentes norteamericanos financien a las escuelas católicas, ya vean ustedes, el catolicismo romano, si es abandonado a su suerte, sin asistencia gubernamental, se derrumba. No tiene nada que ofrecer. Ni libertad de expresión, ni libertad de prensa.
Los católicos no poseen ni un metro cuadrado de los bienes territoriales de la iglesia. No poseen ni el menor ladrillo de su iglesia. Todo está en manos de la jerarquía.
A causa de la antena norteamericana de los Caballeros de Malta, que cuentan entre sus miembros a agentes del FBI, nunca se hizo la luz sobre el caso Kennedy, además de que se silenció a entre 100 a 200 personas que sabían algo del caso. Ellos controlan la prensa. En ese entonces, controlaban la CBS por intermedio de alguien llamado Frank Shakespeare, que era Caballero de Malta. Los Caballeros controlaba la ABC, CBS, NBC y Time/Life.
Agregaría igualmente que como consecuencia de la publicación de la entrevista al Papa Negro, que hice en mayo del 2000, y de los dos manuscritos que escribí posteriormente, no recibí ningún e-mail ni fui contactado de ninguna forma por algún católico romano, indignado porque yo pudiera pretender que el Cardenal Spellman procediera así. Por el contrario, los jesuitas clandestinos que conocemos están enteramente de acuerdo y confirman que es así como sucedió.
Es interesante notar que la Comisión Mafiosa de New York está situada cerca del arzobispado de New Cork. Así, el arzobispo está próximo a los jefes del hampa. Spellman ha utilizado al hampa en ocasión de la invasión de Sicilia, sirviéndose de Lucky Luciano; fue la operación Underworld. Spellman y Luciano trabajaron juntos en la exitosa invasión naval de Sicilia; es la razón por la que Spellman hizo uso de su influencia para liberar a Luciano en 1946 y dejarlo retornar a Italia. Esos son los vínculos de Spellman con el hampa. Y si el cardenal gozaba de tanto poder, cada cardenal que le suceda heredará ese mismo poder. No habrá menoscabo alguno.
Una hermosa demostración de los lazos que vinculan al arzobispo de New York con el hampa es el caso de Frank Sinatra. Frank Sinatra era amigo de Gambino. Gambino fue asesinado como consecuencia de una vacuna, con una inyección de gripe. Querían desembarazarse de él, y lo liquidaron con una inyección de gripe. Frank Sinatra era también Caballero de Malta, es decir, sujeto al arzobispo de New York. Es en efecto el arzobispo quien controla a los Caballeros de Malta. Frank Sinatra, uno de ellos, era amigo de un capo de la mafia.
Hablemos de la Princesa Diana. ¿tuvieron los jesuitas algo que ver con su desaparición? Por supuesto, ya que los jesuitas controlan los Servicios Secretos Británicos.
Diana representaba una amenaza para los jesuitas, en el sentido de que si ella se casaba con un musulmán, Dodi Al-Fayed, eso hubiera podido hacer vacilar el trono de Inglaterra, ya que ella podía hacer valer sus derechos a través de sus hijos. Porque si sus hijos hubieran ocupado el trono británico, y si ella hubiera estado en vida casada con un príncipe musulmán, ello hubiera planteado un problema real en Inglaterra. Ya que sabemos que la Reina Madre ejerce una influencia no desdeñable sobre el Rey. Hubiera habido por consecuencia una influencia islámica sobre la Reina, que a su vez la hubiera transmitido a su hijo, el Príncipe actual, que habrá de convertirse en Rey.
Y la Compañía de Jesús sabía que Diana esperaba un hijo de Dodi, y por ello la eliminaron. Procediendo así, enviaron de paso un mensaje bien fuerte al resto de la noblesa británica, en substancia “si proceden así, ya saben lo que les sucederá". Más tarde, fue inhumada en la propiedad de los Windsor, en el cementerio donde sólo son enterrados los perros. Ella fue enterrada con los perros. El simbolismo es que no era a sus ojos más que una “perra musulmana”.