Chantas y caraduras

La idea era que el blog tratara todos los temas: no sólo los de actualidad. Pero la realidad nos supera, y no podemos con nuestro genio (o con nuestra bronca). Aquí va una muestra. Catártica, torrencial, desordenada y muy malhumorada.
El nuestro es un país de caraduras y chantas. Bueno, todos lo son (menos Francia, MM), ¿no? fíjense: Bush, Blair, Berlusconi... Putin no, ese es directamente un mafioso.
Pero veamos nosotros (y es sólo una lista tentativa y necesariamente incompleta): ambos Kirchner, Menem, Cavallo, Neustad, ambos Macri, De la Rúa, Maradona, Tinelli, Ávila, Sofovich, D'Ellia, Castells, Moyano...
Invito a los amigos me ayuden a ampliar la lista.
En cualquier ámbito del poder que enfoquemos, encontramos un chanta y/o caradura. Además, y sin ninguna duda, corrupto.
Nadie es poderoso si no es a la vez corrupto y corruptor.
Hoy me quiero ocupar de uno de los grandes: Julio Grondona. Quien se atreve (característica del chanta, que no reconoce sus límites) a desafiar nada menos que a la Suprema Corte, uno de los pocos bastiones correctos que nos quedan.
Lo que se atrevió a decir hoy es casi desopilante y revelador de sus métodos: "cualquiera se rompe una pierna en la calle, se mete en una cancha de fútbol y le reclama indemnización a la AFA" (no SIC). Es todo un desafío: tildar a la Suprema Corte y a sus fallos de ridícula.
Aparte de su desconocimiento respecto de la función de la Corte (debiéramos mandarlo de nuevo al Colegio a aprender cómo funcionan los poderes nacionales), se burla nada sutilmente de sus resoluciones, anticipando que se va a cagar en ellas.
Su soberbia (como a todos ellos) lo lleva a pensar que está por encima de todo el mundo.
Todo un conflicto de poderes: la AFA contra la Suprema Corte. ¿Quién ganará? No arriesgo vaticinios.
No hay que olvidar lo que dijo Maradona (las palabra de dios): "Grondona es un mafioso". Si Maradona lo dijo...
Si fuera presidente suprimiría el fútbol, los juegos de azar y las carreras de caballos, por su inutilidad social. Por supuesto, sería presidente por un día. El segundo día, si me dejan, suprimiría a las fuerzas armadas, las iglesias (si es posible también a dios), las inmobiliarias, los gestores (previa necesaria reforma del estado, claro), los escribanos (¿sabían que en Cuba no existen?), función totalmente inútil que puede perfectamente cumplir el mismo estado, y los abogados, por igual razón (y ojo que tengo una hija abogada, pero que se asqueó de la profesión y hace otras cosas).
O sea: hay gente que cumple, mal o bien, con mayor o menor deshonestidad, funciones socialmente útiles, y otros que son parásitos, que viven de nuestra estupidez o de nuestra indolencia.
Sin duda, Grondona y todos sus secuaces (quienes lo secundan y apoyan), que integran la AFA, deben desaparecer, o por lo menos, si no es posible por ahora, conformarse con una posición más adecuada a sus merecimientos (lo que, bien pensado sería lo mismo).
Ahora tiene la palabra la Corte. La discusión recién comienza. Sin duda, nos queda mucho por hacer.