García Márquez, Fuentes, Rulfo, Benet
Soy un marxista que lee La Nación. Claro que es una contradicción. Viene de familia (de una familia de la que estoy muy orgulloso, por cierto), de tradición, y de ciertas afinidades que no niego. Hay otros marxistas que leen Clarín.
No me estoy justificando. Estoy sólo explicando. Pero La Nación, hay que reconocerlo, tiene sus cosas.
Hoy, en su revista cultural, publica cuatro relatos breves que juzgo interesantes.
Para quienes no leen La Nación espero sean mayoría), aquí van:
Gabriel García Márquez
Parábola peruana
Había en Japón un niño muy astuto que de grande quería ser rico. Pensó que para conseguirlo tendría que mudarse a un país lejano, donde pudiese hacerse elegir presidente. Estudió el globo terráqueo y se decidió por el Perú.
Fue elegido presidente.
Se hizo poderoso y rico.
Y regresó al Japón.
Carlos Fuentes
Parábola chilena
Cuando el general Pinochet entró a la Clìnica de Londres, el memorable día de 1998 en que la justicia española lo reclamó a juicio, no sabía él que se trataba de un hospital de lunáticos. En el jardín interior vio a unos señores ingleses que paseaban en silencio. Se acercó a uno de ellos y le dijo:
-Buenos días -y le tendió la mano-. Soy el general Pinochet.
El otro se la estrechó, lo miró a los ojos y le respondió:
-Yo también soy el general Pinochet.
Juan Rulfo
Parábola mejicana
Una noche, ya muy tarde, llegué a un pueblo perdido y, para mi sorpresa, los pobladores me estaban aguardando. Sin decir una palabra, me rodearon y me llevaron al centro de la plaza. Me ataron al tronco de un árbol y, en silencio, desaparecieron.
De mañana, temprano, regresaron.
Y me dijo uno de ellos: "De lejos te vimos llegar, pero nos dimos cuenta de que venías sin tu alma. Tu alma te andaba buscando y por eso te amarramos, para que te encuentre. Ahora podemos soltarte".
Juan Benet
Lección española
Vivir el franquismo es no saber nada. Cuando la policía nos pide confesar lo que sabemos, decimos toda la verdad: no sabemos nada.
Quien dice en España "Yo tengo la verdad", es que forma parte de la policía.
Todos los demás dudamos: somos un expediente que no hemos leído.
Sólo la policía sabe.
Y es una verdad sin apelaciones, la del miedo.
Etiquetas: El mundo es ancho y ajeno.
4 Comentarios:
Gracias Crab por compartir esas sutiles palabras de gente que las usa muy bien y en profundidad. Gracias por haber recuperado su identidad.
Me queda la duda sobre lo de marxista. Está seguro de serlo?
El marxismo es una religión. Uno comparte los preceptos, pero no siempre alcanza a cumplirlos.
Disculpe contradecirlo, ninguna filosofía es religión, ninguna explicación del sistema productivo y el reparto de la plus valía es religión. Ya se que ud. no cumple con los preceptos marxistas ni nadie se lo exige pero dudaba de su condición. No quita que ud sea una excelente persona.
Es todo un tema, al que le dedicaré un post, que bien merece. Te pido lo leas. En cuanto a que sea una excelente persona, es solo una amable y aventurada conjetura que, por cierto, agradezco y procuro merecer.
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