viernes, marzo 18, 2011

Diálogo entre el lápiz y la goma de borrar

Lápiz: Lo lamento...
Goma: ¿Por qué? No hiciste nada malo.
Lápiz: Lo lamento porque resultaste lastimado por mi culpa. Cada vez que cometo un error, estás ahí para corregirlo. Pero en la medida en que haces desaparecer mis errores, pierdes una parte de ti mismo. Y te vuelves más pequeña cada vez.
Goma: Es verdad. Pero realmente no me importa. Fui hecha para eso. Fui hecha para ayudarte cada vez que hagas algo mal. Aunque un día, sé que me habré ido y me reemplazarás con una nueva, estoy en realidad feliz con mi tarea. De modo que por favor, deja de preocuparte. Odio verte triste.

Encuentro muy inspiradora esta conversación entre el lápiz y la goma. Los padres son como la goma, en tanto los niños son como el lápiz. Siempre están ahí para sus hijos, enmendando sus errores. A veces, a lo largo del camino... resultan dañados, y se hacen más pequeños (más viejos, y inevitablemente mueren). Aunque sus hijos encuentren eventualmente algo nuevo (una esposa), los padres serán siempre felices con lo que hacen por sus hijos, y lamentarán siempre que ese don precioso que se les dio, esté preocupado, o triste.


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