lunes, agosto 17, 2009

Y dale con el fútbol

Hace unos días nos ocupamos del fútbol, por un acuerdo entre la AFA y el gobierno, entonces en gestación; ahora, ya concretado, han salido al ruedo tantas voces que parece imposible decir algo original sobre el tema.
Sin embargo, Crab (que siempre tiene algo que decir cuando los demás lo han dicho todo) quiere agregar algo.
En primer lugar, una pregunta, y no capciosa. Quisiera que si algún lector sabe me lo diga: ¿Conocen algún gobierno en el mundo que financie el déficit que produce en ese país un deporte? Ojo: no estoy hablando de subvencionar, estoy hablando de financiar totalmente un déficit.
Sabemos, claro, que en Inglaterra magnates petroleros y poderosos capomafias rusos son dueños de clubes de fútbol. Otro tanto en Italia, donde Berlusconi, entre otros famosos, es dueño de un club. En España, el Real Madrid y el Barcelona. El etcétera es amplio. Pero se trata de clubes que dan ganancias. Así, yo también querría ser dueño de Racing...
Acá no, salvo tres o cuatro excepciones de clubes bien administrados (ninguno de los grandes, por cierto), todos dan pérdida.
La cosa es al tiempo los 600 ya no alcanzarán; se pedirá más, y el gobierno -que ya no será éste, claro-, no tendrá otra salida que acceder. ¿Qué gobierno se atrevería a decir: "no ya más fútbol gratis".
Se seguirán enriqueciendo, así, los dirigentes mafiosos, encabezados por Grondona, algunos miembros del gobierno, ahora socio de esta sociedad delictuosa, los intermediarios, los directores técnicos, los barras bravas, los jugadores (algunos), los periodistas, que aunque pretenden renegar, en el fondo para ellos es también negocio. ¿Y quiénes pierden? Todo el pueblo argentino, aunque muchos que no analizan demasiado la cosa, estén en principio contentos.
Si el fútbol es pasión de multitudes, como dice el gobierno ¿porqué no tiene dirigentes capaces de hacerlo dar ganancias?
Porque, debemos reconocer, el fútbol es inviable aquí. Las diferencias entre los sueldos que se pagan en nuestro país y los que se pagan en Europa, son ridículas, y hacen que cualquier jugador que se destaque localmente se venda al exterior, para cubrir los defalcos dirigenciales. Salen ganando todos los nombrados, menos por supuesto el público, que como no es gil, deja de ir a las canchas, realimentando el círculo vicioso.
A mí me gusta el tenis, y no pago nada (creo).

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