sábado, febrero 20, 2010

Los buenos viejos tiempos

Cuando la inocencia era natural, y no fingida.
Cuando beber era naranja bilz, no cerveza o whisky
Cuando papá era el único héroe, no Maradona o Nalbandian
Cuando nuestro peor enemigo era nuestro hermano, no nuestro jefe.
Cuando la única cosa que podía doler era un rodilla lastimada, no las lágrimas cayendo por nuestro rostro.
Cuando la única cosa rota eran los juguetes, no un corazón ajeno.
Y cuando adiós era simplementa hasta mañana, no años y años.

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