
Rompo mi prolongado aunque provisorio ostracismo para rendir un homenaje.
Para Crab, el último grande. Todos los relatores que salieron después, tenían algo de él. Creó un estilo inimitable e inimitado.Vivió los últimos 50 años recluido, detrás de un anhelo imposible. ¿Qué quería el insensato? Que lo dejaran de joder. Nada menos .
Pero... ¿a qué hablar de él? Hay que leerlo.
Mi fervoroso homenaje.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario