Hubo un tiempo lejano, por allá por los '70, en que el cable apenas existía. Cuando empezó a surgir, era sólo para restringidos circuitos, no para toda la ciudad, y además era bien caro.
Pero valía la pena: tenía la maravillosa particularidad de que uno podía ver buenas películas y sin interrupciones, ya que no tenía publicidad.
Todo eso quedó bien atrás. Ya no se ven buenas películas, salvo que se pague aparte. Las que se ven son repetidas hasta el cansancio, aunque siempre llevan el aparatoso calificativo de "estreno". Me gustaría saber a qué le llaman estreno las empresas de cable.
En cuanto a la publicidad, primero comenzó a aparecer tímidamente, bajo forma de carteles, sin imágenes, pero al tiempo terminó siendo lo que es en la TV de aire.
Durante un tiempo, también, había revistas con todos los programas. Así, si uno quería ver cine, había un resumen de la película que se proyectaría, si escuchar música, sabía qué iban a tocar en cuál canal. Igual si le gustaban las charlas sobre determinados temas. O las entrevistas a determinados artistas. También eso desapareció: hoy te mandan un folletito lleno de avisos, con el detalle de las películas y gracias.
O sea, todo cambió, como cambiaron las cosas luego de Menem: a nadie le importa del público, de sus intereses, de sus deseos. Las empresas hacen lo que quieren y nadie les pone límites. Y en lo que se refiere a las de cable, que no tienen ningún tipo de regulaciòn, ni hablar. Hacen absolutamente lo que quieren con nosotros.
A mí me gustan sobre todo las series y películas de tema policial. Las inteligentes y bien interpretadas. No me interesan para nada las que tocan el tema de lo sobrenatural, de muertos que regresan y nos siguen rondando, de la influencia del más allá, de los condominios edificados sobre cementerios indígenas y todo eso, tan caras a los yanquis y a los sajones en general. También, por supuesto, como se puede apreciar en mi blog, me encanta el humor. El buen humor.
Hay muchos bloggers amigos que han hecho reseñas de sus programas favoritos. Es curioso, porque uno se pregunta: "¿Cómo, a X, a quién yo tenía en tan alta estima, le gusta Lost? Bien, desde ahora mi estima ha bajado unos cuantos puntos".
Por supuesto, todas estas preferencias, a pesar de pretender apoyarse en razones objetivas, son, como toda crítica, eminenemente subjetivas, y dependen de las gustos personales de cada persona (Crab ha ido a ver cada película que me recomendaron "críticos" famosos, y salido del cine con ganas de ir directamente al diario a cagarlo a trompadas y a pedirle que me devolviera la plata de la entrada).
Bueno, para no irme por las ramas, como suelo, aquí va mi lista (bien breve, por cierto, no hay tanto bueno por ver). En orden de méritos de Crab:
1) 24, Policial.
Con Kiefer Sutherland y un buen y homogéneo elenco. Trata de un agente de los servicios a quien se encomiendan misiones contra organizaciones terroristas que atentan contra el país. La acción se sitúa en un futuro próximo, digamos unos diez años, lo que permite la utilización de armas y elementos de comunicación que por ahora no existen. Es una serie inteligente, con guiones excelentemente trabajados, que desarrollan una especie de partidas de ajedrez donde cada bando va anticipándose a las movidas del adversario. No incurre en convencionalismos deleznables, salvo algunos perdonables dadas las caraterísticas del género. La actuación es convincente: en ningún caso se sobreactúa.
Kiefer Sutherland, a pesar de ser el protagonista, no ocupa el centro de la escena, y generalmente se desarrollan montajes paralelos, donde los demás integrantes del elenco cumplen eficazmente su labor. Va los lunes a las 22 por Fox.
2) Boston Legal (traducida absurdamente, como es habitual, Justicia ciega) Comedia sobre temas judiciales.
Alan Shore (James Spader) alcanza el éxito uniéndose al estudio Crane, Poole y Schmidt a pedido de Denny Crane (William Shatner). Está rodeado de otros abogados que no comprenden su comportamiento atípico: tiene tendencias al acoso sexual de sus lindas secretarias, y aprovecha para elegir entre el panel de jóvenes abogadas, más bellas unas que otras.
Como tiene un talento especial para ganar todos los casos en que interviene, es siempre llamado al rescate para los más difíciles. Alan Shore tiene un sentido de la ética y de la moral bastante atípico, y no da nunca su brazo a torcer. Se ocupa tanto de asuntos futiles como de casos con fuerte resonancia en la sociedad actual. Pena de muerte, ecología, acoso sexual, muerte, simple divorcio, todo pasa con una dosis de humor destilada gracias a una distribución bien elegida.
En cuanto a Denny Crane, es el "gran patrón" del estudio Crane Poole & Schmidt. Para gran desasosiego de la mayoría de sus colegas, sin embargo, es más o menos tan atípico y aleatorio como su amigo Alan Shore, lo que crea situaciones particularmente interesantes, que van de la simple confusión al quid pro quo que puede hacer perder un caso. Pese a la hostilidad de algunos de sus colaboradores, permanece invencible, jactándose al comienzo de la serie de tener más de 6000 casos ganados y ninguno perdido.
Una serie inteligente, que propone situaciones en que ambos antagonistas parecen tener razón, y que quién gane el caso, dependerá de la habilidad del abogado que lo defienda. Hace recordar la frase de Hegel: "lo difícil no es elegir entre el bien y el mal: lo difícil es elegir entre el bien y el bien".
También, como el caso de 24, cuenta con un elenco de actuación homogénea, diálogos altamente creíbles e inteligentes.
3) Padre de Familia. Humor en dibujos animados.
Esta serie deja definitivamente obsoleta y como un borrador de ensayo a los famosos Simpsons.
Es también una familia típica, aunque no tanto. Peter Griffin es de ascendencia irlandesa y católico. Lois, su esposa, es ama de casa y profesora de piano. Tienen tres hijos: Chris, un muchacho gordo de reacción lenta y con gran talento para el dibujo, en muchos aspectos una versión joven de su padre; Meg, una adolescente rechazada en la escuela y humillada continuamente por su familia y "amigos"; y Stewie, un bebé diabólico sumamente inteligente y de orientación sexual ambigua que habla fluidamente siempre con un toque de superioridad y con uso frecuente de frases estereotípicas de villanos. Planea matar a su madre y conquistar el mundo. También vive con ellos un perro que habla, Brian, posiblemente el personaje más culto y sensato de la serie. Brian está enamorado de Lois; es un perro bien "antropomorfizado": además de hablar, camina en dos patas, bebe Martinis y fuma cigarrillos. Sin embargo sigue siendo considerado una mascota en muchos aspectos y tiene muchas conductas claramente caninas.
Son inenarrables los extremos de absurdo, irreverencias y trasgresiones en que incurre continuamente la serie. Los recuerdos que evocan los protagonistas son proyectados a manera de flash-backs, como en el cine, pero son de un humor delirante y se proponen siempre antecedidos de la frase: "como me pasó con..." En una ocasión Stewie va al cielo; cuando vuelve, Brian le pregunta cómo le fue, si conoció algún personaje célebre. Stewie le cuenta: "sí, conocí a Jesús. ¿y sabés qué? Jesús es chino. Y su apellido es Wang. Me dijo que no sabía de dónde habían sacado eso de Cristo".
Una publicidad de la serie, por ejemplo, se hace con una serie de entrevistas a personas elegidas "al azar" (como las publicidades de los jabones acá), donde les preguntan su opinión sobre la serie, y a las que contestan por ejemplo: "por favor, no me vengan con esa porquería, no hay nada como los Simpson", "es encandalosa y atenta contra todos los valores de nuestra nación, deberían prohibirla", "ah, no sé, yo en cable sólo veo American Idols y Las hijas de Mc Leod", y así. Va por Fox X los domingos a las 22.
4) Terminator. Ficción científica.
Bueno, ésta es una serie que se desarrolla en el futuro, como la película en la que está basada. Se pueden decir las mismas cosas que digo para 24. Pero debo advertir que aquí pierdo toda objetividad, ya que estoy perdidamente enamorado de la protagonista, Lena Headley (es el último de los "Grandes amores de mi vida", todavía faltan dos), que aparece cada tanto en Mascaró). Va los domingos a las 20 por Warner.
Me encanta Padre de Familia y Boston Legal.
ResponderBorrarOtra que me gusta es Eli Stone, la pasan por el canal Sony, no sé si la conoce, es de un abogado que tiene un aneurisma y tiene visiones, pero es cómico, y es una mezcla de boston legal con visiones, pero tampoco es tan sobrenatural, pero por lo que dice usted quizás no le guste.
Saludos y muy bueno su blog.
Patricio de Moreno
Patricio:
ResponderBorrarMe agrada que coincidamos: quiere decir que sos una persona de buen gusto.
He visto un par de veces Eli Stone y decididamente no me vuelve loco. Por un lado, la cuestión esa de que tenga anticipos del futuro, y por otro lado, comparado con Boston Legal, francamente...
Por favor, ve 24 y después contame.
Un abrazo.
@Mascaró: Gracias por el halago.
ResponderBorrarHe visto 24 un par de veces, y la verdad, a veces me pone un poco nervioso, pero está bueno. Lo que no entiendo, como lo veo poco es si el reloj va para atrás o para adelante.
Un abrazo para usted también.
Patricio
No, Patricio: va para adelante, con lo que pretenden que la acción se desarrolla en tiempo real. Pero la verdad que eso también es una ficción, porque cuando el reloj reanuda su marcha luego de los avisos, se ve que siguió caminando cuando pasaban los mismos.
ResponderBorrarO sea, lo que se pretende que es una hora en tiempo real, en realidad son 45 minutos.
OK, Gracias!
ResponderBorrarMe manda el tema de la semana a caraballopatricio(arroba)gmail.com por favor?
Abrazo!