domingo, mayo 25, 2008

Siguen los chistes indios

Como ando en otra cosa, y para mostrar que no he muerto (ni tampoco el blog, solo estamos agonizando), posteo otro chiste de mi amigo indio, siempre tendencioso en materia religiosa.

EL PAPA Y EN SIKH*

Hace uno o dos siglos, el Papa decidió que todos los sikhs debían abandonar Italia.
Naturalmente, se produjo un gran alboroto en toda la comunidad Sikh. Así que el Papa propuso un trato. Sostendría un debate religioso con un miembro de la comunidad Sikh.
Si el Sikh vencía, los Sikhs podrían permanecer. Si vencía el Papa, los Sikhs tendrían que irse. Los Sikhs se dieron cuenta de que no tenían elección. De modo que designaron a un hombre de mediana edad llamado Harbinder Singh para que los representase.
Harbinder pidió una condición adicional al debate. Para hacerlo más interesante, ninguna de las dos partes debía pronunciar palabra. El Papa accedió.
Llegó el día del gran debate. Harbinder Singh y el Papa se sentaron uno frente al otro observándose durante un minuto.
Entonces el Papa alzó su mano y mostró tres dedos.
Harbinder alzó la suya y mostró uno.
El Papa hizo girar sus dedos en un círculo sobre su cabeza.
Harbinder señaló el césped donde estaba sentado.
El Papa sacó una hostia y un vaso de vino. Harbinder sacó una manzana.
El Papa se levantó y dijo, "Me doy por vencido. Este hombre es demasiado bueno. Los Sikhs pueden quedarse".
Una hora después, los cardenales estaban reunidos alrededor del Papa preguntándole qué había sucedido.
El Papa dijo, "primero alcé los tres dedos para representar a la Sagrada Trinidad. Me repondió alzando un dedo para recordarme que hay un solo dios común a ambas religiones.
Luego, giré mis dedos a mi alrededor para mostrarle que Dios estaba a nuestro alrededor. Respondió señalándome la tierra y mostrando que Dios estaba también aquí mismo con nosotros.
Luego, saqué el vino y la hostia para mostrar que Dios nos absolvió de nuestros pecados. Él sacó una manzana para recordarme el pecado original.
Tenía una respuesta para todo. ¿Qué podía hacer?"
Entretanto, la comunidad Sikh se reunía alrededor de Harbinder Singh. "¿Qué sucedio", preguntaron.
"Bueno", dijo Harbinder, "Primero dijo que los Sikhs tenían tres días para irse de aquí, le contesté que ni uno de nosotros se iría.
Entonces me dijo que toda la ciudad sería limpiada de Sikhs. Le hice saber que nos quedaríamos aquí".
"Sí, ¡y entonces? -preguntó la multitud.
"No lo sé, dijo Harbinder, "él sacó su lunch y yo saqué el mío"

* Una de las 10.000 religiones que tiene la India.

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