lunes, enero 21, 2008

La teoría de la conspiración: los jesuitas escribieron los Protocolos de los sabios de Sión, provocaron el affaire Dreyfus, hundieron el Titanic, etc.

Todas estas curiosas afirmaciones de Eric Phelps, autor de una obra titulada Asesinos del Vaticano, a quien seguimos en sus fantásticas elucubraciones, que muestra a los delirantes extremos a que se puede llegar con la Teoría de la Conspiración.

Los famosos Protocolos, atribuidos a múltiples autores según las distintas tendencias de quienes escriban sobre el tema, fueron en realidad escritos por los Jesuitas, quienes se basaron en un antecedente también de su autoría, escrito con motivo de su ataque contra los jansenistas, titulado Los Secretos de los Ancianos de Bourg-Fontaine. Los jesuitas escribieron los Protocolos del mismo modo como escribieron los Secretos de los Ancianos, y el lenguaje de los Protocolos es idéntico al de la reunión Secreta de Chieri (1825). Se basa, entre otras fuentes, en Detrás de los dictadores (Derrière les Dictateurs) del Dr. Leo Lehmann, quien sostiene que “aunque fueron publicados por primera vez en Rusia en 1903, los Protocolos se originaron de Francia y se remontan al caso Dreyfus, del cual los jesuitas fueron los primeros instigadores. Estaba previsto que los Protocolos se publicaran en Francia, en ocasión del derrocamiento del gobierno “judeo-masònico” de la República Francesa. Pero el descubrimiento de la gigantesca superchería de Leo Taxil(1), que había sido abiertamente sostenido por jesuitas, y la conclusiòn de la alianza franco-rusa, sin olvidar las espinosas relaciones de la época entre el Vaticano y el gobierno francés, hicieron más oportuno su lanzamiento en Rusia.”
Los secretos de los ancianos de Bourg-Fontaine es escrito como consecuencia de las divergencias entre los jesuitas y los calvinistas católicos. Estos creían en la soberanía de Dios. En la justificación por la fe. En muchas doctrinas bíblicas, y por esta razón los jesuitas los odiaban y obtuvieron ulteriormente incluso una bula papal en su contra. Los jesuitas odiaban a los jansenistas, que contaban a Blaise Pascal entre sus filas, a un punto tal que concibieron ese documento, Los secretos de los ancianos de Bourg-Fontaine fue escrito con el designio de perjudicarlos.
La analogía entre las dos falsificaciones es perfecta: la agrupación secreta en el bosque de Bourg-Fontaine; el plan de los “conspiradores” para eliminar el papado e instaurar la tolerancia religiosa entre todas las naciones; el pretendido complot contra el trono y el altar, el establecimiento de un gobierno mundial en oposición a la Iglesia Católica.
Encontramos la misma dramatizaciòn del polo negativo de la evolución histórica del mundo, antes de resaltar, por contraste, el polo positivo cristiano (católico), alrededor del cual deben congregarse todas las fuerzas conservadoras, la monarquía, la aristocracia, las fuerzas armadas y la clerecía, a fin de salvar al mundo del asalto de Satanás.
Todo esto revela que el General Jesuita preparaba el advenimiento de un gobierno mundial que controlara a la jerarquía Católica Romana, el Papa, y a las diferentes monarquías, es decir, a todos los gobiernos del mundo. Esto está relatado en la obra de Leone, La conspiración jesuita, editada en 1848.
Esta obra se editó en muchos idiomas. Dio la vuelta a Europa, lo que contribuyó al levantamiento popular de 1848 contra los jesuitas, luego de la segunda revolución francesa. Pero esta revolución permanece bajo control, sus líderes fueron recuperados, y el episodio termina con una consolidación del poder de los jesuitas en Europa.
Hacia fines del siglo xix, los jesuitas estaban ocupados en atizar el odio contra los judíos en Alemania y en Francia. Un hombre a quien se hace referencia en la Historia Universal del Mundo de Ridpath (el único lugar donde encontré rastros) intitula sus trabajos “La solución a la cuestión judía”. Hitler, más tarde, volvería sobre la cuestión con La solución final a la cuestión judía. Por lo tanto, fomentaban el antisemitismo, a la vez en Alemania y en Francis.
Los jesuitas fomentaban el odio en los dos países, porque habían sido expulsados de Alemania en 1872 y de Francia en 1880. Por ello, a través de sus agentes en los dos países, se la tomaban contra los judíos.
En Francia desencadenaron el caso Dreyfus, en los años 1890. Este caso tuvo distintas finalidades. Entre ellas crear el antisemitismo y desencadenar el odio contra los judíos en Francia.
Me repugna utilizar la palabra antisemitismo, ya que los semitas no se limitan sólo a los judíos. Todo fue calculado para desencadenar la guerra contra Alemania, ya que el capitán Dreyfus fue acusado de traición por vía de espionaje por cuenta del gobierno alemán. Todo no fue sino un montaje.
El caso Dreyfus es uno de los casos de conspiración jesuita contra los judíos más importantes a escala europea, dirigidos a desencadenar una guerra entre Francia y Alemania. Ya que, en efecto, debe recordarse que los franceses detestaban a los alemanes luego de la debacle que estos últimos les habían inflingido durante la guerra franco-prusiana de 1870. Y ellos tenían sed de venganza.
Por ello los jesuitas atizaron esta sed de venganza del pueblo y crearon una disputa franco-alemana, utilizando a los judíos para hacer crecer el odio racial en su contra, que se manifiesta en Francia en 1942, bajo el gobierno de Vichy, luego de que los colaboracionistas ayudan a los nazis a enviar convoys de judíos con destino a Auschwitz. Y es en esta época, en 1942 bajo Pétain, que los judíos fueron oficialmente readmitidos en Francia. Ese es el sentido del caso Dreyfus.

(1)Leo Taxil es un curioso personaje que aparece primero como masón, escribiendo libros donde mezcla a la masonería con ritos satánicos y orgías sexuales. Posteriormente se convierte, se cobija -aunque con reservas por parte de estos- bajo el amparo jesuita, lo que resulta finalmente en un gran desprestigio para estos y para Taxil. (N. de Crab)

MAÑANA: El Titanic, la muerte de Kennedy, y muchos delirios más.

1 comentario:

  1. Muy buen material sobre el tema de los jesuitas y me parece que no es tan "delirante" como parece...

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