Había dos alternativas:
O dios, ese ser omnisciente, omnipotente, autosuficiente, en un momento se dijo: "estoy un poco aburrido", y resolvió crear un juguete para entretenerse un poco. Creó la ameba, y de ahí devino todo lo demás.
O la otra, el ser humano, pobrecito, se encontró con problemas inesperados en el transcurso de su azarosa existencia, y se dijo: "aquí hay algo que yo no me puedo explicar ni resolver, ¿cómo lo puedo solucionar? y entonces inventó a dios. Ustedes piensen lo que quieran. A mí el problema, me tiene sin cuidado, como a Laplace, en cuya hipótesis "dios no ha sido considerado".
Pero hay un tipo a quien el problema le preocupa.
Resulta que un senador de Nebraska, EEUU, ante la serie de tropelías que el supuesto dios está cometiendo contra la tierra, no se le ocurrió mejor idea que iniciarle juicio. Ojo: siempre de acuerdo con lo que pasa a ser una concepción del mundo del norteamericano medio, es dios quien comete las tropelías que están comenzando a desordenar el planeta, no los hombres, pobrecitos inocentes.
¡Un senador norteamericano! ¡Después nos quejamos de nuestros senadores!
Alega luego que procuró encontrar al mencionado dios para que diera cuenta de sus actos, pero que éste no hizo acto de presencia. Que ante tal falta de educación, resolvió que las religiones que se dicen representantes del tal dios, ante la falta de presentación del mismo para rendir cuenta de sus actos, deben asumir, como lo proclaman, su representación.
Entiende entonces que la demanda debe ser dirigida contra todas las religiones, quienes a través de sus representantes deberán asumir la representación del tal dios.
Al lado de éste, Menen es Gardel.
what?! juicio a dios? ay, pero este tipo no entiende nada, dios tiene buenísimos abogados! cuando el cura termina de parlotear sobre sus bizantinos tratados, ya te re dormiste y te ganó el juicio.
ResponderBorrarahí se ven!
Alguien dijo, no me acuerdo ahora quién: "Protestaría, si supiera dónde y cómo". Muchas veces sentí lo mismo.
ResponderBorrarBuen post, señor crab.