En otro post se entabló, medio en broma, medio en serio, un intercambio con una amiga blogera sobre la influencia de las mujeres en el suicidio masculino, que Crab sostenía. Es cierto, muchas veces ese suicidio se produce previa eliminación de su causa, es decir, matando también a la mujer en cuestión. Otras veces, el tipo, cumplida la primera etapa, y cuando le toca a él, reflexiona: "¿pero qué carajo estoy haciendo?", y deja inconclusa la tarea.
Pero Crab cree firmemente que la mujer tiene mucho que ver en muchos de nuestros suicidios. Y Crab lo sabe bien, porque se ha suicidado infinidad de veces por causa de una mujer.Creo también, firmemente, que la mujer tiene mucho que ver con la mayoría de las cosas que hacemos.
Por ejemplo, ¿se han preguntado porqué hacemos muchas de estas cosas?:
Construir puentes.
Escalar el Himalaya.
Inventar la bomba atómica.
Correr en Fórmula 1.
Recorrer a pie el camino de Santiago.
Atrapar cocodrilos con una soga.
Explorar el Amazonas.
Perpetuarse.
Ir a la luna.
Dirigir orquestas sinfónicas.
Llegar al Polo Norte.
Llegar al Polo Sur.
Inventar el marxismo.
Cruzar a nado el Canal de la Mancha.
Componer la 9a. Sinfonía.
Peregrinar a la Meca.
Correr maratones.
Estudiar filosofía.
Crear Microsoft.
Matar 6 millones de judíos.
Bajar en buceo libre a más de 120 mts.
Atrapar serpientes venenosas con la mano.
Tocar el corno.
Ir a pie a Luján.
Filmar La dolce vita.
Bucar petróleo.
Construir el Jumbo.
Inventar la imprenta.
Escribir el Ulyses.
Descubrir América.
Coleccionar estampillas.
Jugar al ajedrez.
Coleccionar autógrafos.
Ser voyeur.
Ser homosexual.
Tener un blog.
Sacar fotografías.
Crab, personalmente, que ha consumido gran parte de su vida intentando encontrar a la mujer de su vida, confiesa que ha realizado con ese propósito gran parte de las actividades que arriba resumidamente detalla (la lista es infinita) y que no ha podido realizar otras, precisamente porque alguna mujer, con sus exigencias, se lo impidió.
Pero pese a todo, las ama.
Crab, crab ...
ResponderBorrarOjalá que pronto encuentres a tu media naranja ... :)
Blixmi
Blixmi: si tenés más de 15, y no sos gorda, das el perfil.
ResponderBorrarCrab, tendrás que seguir andando. un pasito pa´delante y dos pasitos para atrás, pero que llega, llega. Relax.
ResponderBorrarGracias Estrella. Como decía Goethe, "ad astra per aspera".
ResponderBorrarNo hay nada más rockero que quitarse la vida....sufrir, gastar y morir
ResponderBorrarNo solo rockero, yo diría...
ResponderBorrarmmm.... no entendi el comentario anónimo. Pero bueno, Crab, si buscas a la princesita azul vas por mal camino me pa. Tanta cosa y al final resulta qjue lo unica que buscamos es un tipo normal que nos quiera
ResponderBorrarEle: todas dicen eso (mientras están vacantes). Pero luego... ¡Un tipo normal que nos quiera! ¡Andá!..
ResponderBorrarandá nada, yo no estoy vacante, y tengo un hombre normal más bueno del mundo.
ResponderBorrarTe felicito. Me alegro por vos. Pero admitirás, si lees la mayoría de los blogs (hombres y mujeres) que todos andan llorando, buscando alguien que le lama las heridas. Yo incluido, por supuesto.
ResponderBorrarserá un problema de cangrejos, crab? en serio, en serio, siempre que conozco un hombre cangrejo anda llorando penas de amor, y a mí me pueden pasar dos cosas: o me enamoro y huyo, o me enamoro y me caso. jaja. por algo mi apellido es cambareri (algo así como pescador de cámbaros).
ResponderBorrarbeso, ah, y para que no quepan dudas: me casé con un cangrejo, y aquí estamos.
Te deseo suerte. Los cangrejos lloramos pero somos también buenos jodidos.
ResponderBorrardolina decía que todo lo que los hombres hacemos es para levantarnos minas. el otro día lo vi en una entrevista y él dijo, a propósito de esa afirmación, que ya no estaba tan seguro de poder sostenerla.
ResponderBorrara mí me produce sentimientos ambiguos pensar que esto sea cierto. las señoritas hacen lo mismo por nosotros?
ahí se ven!
Estimado manzana:
ResponderBorrarNo voy a querer penetrar en terrenos vedados, de Freud te dejo hablar a vos. Hay quienes hablan del poder y de la gloria como motor, otros hablan del afán de heroísmo, otros del sexo, Sólo hablo de mis experiencias: siempre que me he movido, equivocado o no, ha sido en el fondo por ellas. A mí, las minas me han llenado la vida, me han hecho muy feliz, me han hecho muy desdichado. Pero con todo, si volviera a empezar, lo haría todo igual. ¡Son adorables!